Descanso otoñal
Tus ojos, ventana clara,
luminosos, brillantes,
Cual día especial.
La vida hecha diamante,
Y tu mirada siempre clara,
transparente como las aguas,
pura, fuerte torrente primaveral.
Mi ventana otoñal
Cerrando con el tiempo su velo,
Me hablas, me miras,
Traes paz y la calma,
La calma que necesita el alma,
tras el paso del invierno,
deshojando en amarillo,
amarillos y dorados de mis tiempos.
Sueños, angustias
han quedado en el ayer,
hoy te miro te sonrío,
entre parpados cerrados
una làgrima y las gracias.
Mi alma se despide.
La alegría de un adiós.
Descanso.